La autoviolación es un concepto que vengo recién conociendo y comprendiendo, y mientras más lo entiendo más intuyo que ninguna se ha salvado.
Nos vendieron una idea muy rara y distorsionada de la realidad íntima de la sexualidad. Ideas muy machistas, como que los hombres son sementales incontrolables, que siempre tienen ganas, que no se pueden controlar, que necesitan "descargarse" de esa energía sexual, etcétera, y por otro lado, que las mujeres no siempre quieren, que las afecta tanto el estrés y son tan histéricas que mas bien les hace falta un poco de pene para que se calmen, que para las mujeres es más fácil ser fieles porque son románticas y tiernas y no calientes. Eso sin contar el tema masturbación. Los hombres se masturban como locos desde la pubertad y las niñas derechamente NO se masturban. Ese es el ideario colectivo.
Ante esas ideas absurdas, es obvio que exista la autoviolación. Y también porque no olvidemos que nos han enseñado a tener miedo de ser violadas.
Una amiga me contó una vez: "no sé si sea por las pastillas o qué, pero yo nunca tengo ganas, entonces para lograr hacerlo cuando es el momento, yo me hago las ganas"... en ese momento yo sentí ira, pena, compasión, y más ira, pero no supe de inmediato que lo que ella hace es AUTOVIOLACIÓN. Es sencillo, "hacerse las ganas" es sinónimo de no tenerlas y obligarse a sí misma a tener sexo. No sé por qué no nos enseñaron que algo así era inaudito, pero loco, lo es: si una no tiene ganas, una no debe tirar. Fin.
Otra amiga me dijo: "él una vez me violó. Fue traumático. Me sentí tan ultrajada. Le dije tantas veces que no, que no podía creer que siguiera insistiendo. Yo no quería, pero terminé aceptando para evitar una pelea. Puse mi cara de lado para que no me diera besos, y decía en mi mente repetidamente: que termine luego, que termine luego, que termine luego"... ese día fue violada, pero ahí no termina su relato, su relato continúa así: "esa es la vez que más me perturba, porque me violó más veces, pero yo aceptaba antes. Nunca más me atreví a sostener un 'no' más de 3 veces"... ¡Loco! No es no. Qué rabia tener que reiterarlo como una consigna en la marcha, pero en serio, no es no. No es tal vez, no es, ya bueno ya, no es síii; es no. No quiero hacerlo esta vez. No dejé de amarte, ni dejaste de calentarme (¿o sí?), pero no quiero hacerlo. Punto.
Amigas, dejemos de hacernos tanto daño. Muerte al macho. Si no quieren, no lo hagan. Si no quieren tirar hace meses con su pareja estable a la que creen amar, vayan a terapia, revísense, puede que el cuerpo les esté avisando que deben terminar ese vínculo. Escuchen a su organismo. Nosotras somos dueñas de nuestra cuerpa, y de nuestras decisiones. Hagámonos cargo.
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