Ellos siempre han apelado al cansancio. Porque es obvio que nos cansamos. Mental, emocional y físicamente. Me pregunto cuántas veces habrán dicho en estos días: “se van a cansar” o “esta situación no se va a sostener mucho más” o “esperemos no más”. Y es verdad. Esta situación no se puede sostener mucho más, o al menos, no para siempre. Pero gente, el tiempo que sea necesario, por favor, sostengamos esta revuelta. Mantengámonos unides. Sigamos cuidando de los perritos en las calles. Sigamos llevando agua con bicarbonato y limones y tapabocas para apoyar a las personas en la marcha. Sigamos cantando y gritando “Chile despertó” con esperanza. Sigamos haciendo catarsis entre todas las personas presentes. Catarsis por cierto necesaria, porque estos 34 años de “regreso a la democracia”, cargados de violencia política, económica, sexual y social, nos tienen “enfermos”. Sigamos con energía para caminar, marchar, crear pancartas, y decir (NO CALLAREMOS NUNCA MÁS) las verdades.
La calle es nuestra, y debemos ocuparla.
Unides, lo lograremos.
Nadie ni nada nos va a vencer. Mucho menos el cansancio.
No nos detengamos hasta que nos escuchen.
No paremos hasta que cambien la Constitución.
No hay comentarios:
Publicar un comentario