lunes, 16 de octubre de 2017

Día del profesor 2017

Durante todos los años que llevo trabajando de profesora, siempre quise que el día del profesor fuera "simplemente un día libre". Eso sonaba hermoso, considerando que sería una semana de solo 4 días. 
Yo lo consideraba "la gloria", hasta este año. 
Este año no pude ir a la celebración del día del profesor, que fue en una mierda de casino de esos Enjoy, porque resulta que tenía mi última clase del supuesto "diplomado" de literatura, y como si uno no va, lo más probable es que tenga que pagar el curso, obviamente fui. 
Y hoy, lunes 16 de octubre (a dos días del cumpleaños de mi madre), que por fin es el día del profesor, y por fin es día libre, resulta que no puedo "disfrutarlo" porque:
1.- Siempre tengo un cerro de cosas por hacer para el colegio. Esta vez no fue la excepción. Estoy trabajando desde las 11 AM, y pedí una pizza para evitar "cocinar". Resumen, me gasté plata que no tengo en una pizza que ni siquiera me gustó, y aún tengo un sinfín de cosas por hacer arrumbadas en la mesa.
2.- Esteban tenía que ir al colegio en la mañana y luego en la tarde. Se supone que iba a venir a la casa de 15:30 a 18:40 aprox. Pues, como es costumbre, llegó como a las 5, enojado, y no me ha hablado en todo el rato. Resumen: ya me había hecho a la idea de trabajar todo el maldito día para el colegio, pero estaba "contenta" igual. Ahora solo quiero quemar todo. TODO.

En fin, solo quiero relatar esta breve crónica de la injusticia, para dejar en claro que:
1.- Los profesores somos personas.
2.- Los profesores de lenguaje (y varios otros) no tenemos vida.
3.- Los días del profesor dan asco.
4.- Necesito vacaciones.

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