domingo, 17 de julio de 2011

¿Por qué escribir?

Escribir. Escribir sin parar, escribir porque sí, escribir para escribir. Escribir por el frío. Escribir con tos. Escribir con Silvio en los oídos. Escribir sin corazón. Escribir por no morir. Simplemente escribir. Escribirle a los fantasmas sordos que no saben leer.
Escribir y recordar. Escribir para olvidar, sin olvidar que es imposible. Escribir, recordar. Escribir.
Estar sentada, con frío, con los pulmones expuestos al frío de la noche de la casa de julio de 2011. Escuchar a Silvio, llorarlo, y mientras, escribir.
Escribir por la práctica. Escribir por amor. Escribir por miedo. Escribir porque no puedo leer ya. Escribir porque padezco de un dolor inconsolable, que escribiendo solo se agota... lentamente... el sueño. La tos seca, el frío húmedo. La espalda fría.
Extraño la lluvia. Escapar con ganas de quedarme bajo sus suaves efectos mojados y felices.
Recordar. Llorar. Sufrir. Culpar(me). Culpar(lo). Detenerme.
Escribir. Escribir con el pecho tieso. Con la espalda seria. Con los ojos secos. Con los pies curvados y fríos.
La tos invade. El calor se esfuma. Frío. Escribir.
Ir de pesca, pero no pescar. Ese es el mejor panorama. Adentrarse en un lago en una tarde morada. Tibia. Sola. No.
La playa, el norte, Machu Pichu, Chiloé.
Mario Benedetti, gracias. Gracias por escribir. Por inspirar.
Gracias a Silvio.
Gracias a ti.

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