martes, 19 de abril de 2011

Sucedió anoche

Yo estaba preocupada por su diarrea, pero trataba de que comiera y tomara agua para que no se deshidratara. Ahora tengo muchas dudas, y prefiero no pensar mucho porque me da una impotencia tremenda que anoche solo podía expresar en rabia, en mucha rabia y una pena que no dejé que brotara por mis ojos.

Lo vi más flaco, pero lo consideré lógico si el pobre andaba con diarrea, y más encima le daba por comer menos. Me imagino los dolores que quizá pudo sentir y se me estremece el corazón, pero no se quejaba, solo trataba de dormir mucho...y no tenía ánimos de levantarse, ni de jugar como su hermanito.

Era tan pequeño y hermoso. Difícilmente lo podré olvidar. A pesar de que no hay fotos.

De pronto lo miré y estaba acostado de una forma muy extraña, no lloraba, no emitía ruido alguno, tenía la mirada perdida, y estaba acostado lejos de las botellas con agua tibia. Lo tomé, y se me desvaneció en la mano, no soportaba el peso de su cabeza, y apenas movía sus extremidades en señal de dolor e incomodidad.
Me desesperé, tenía una clavada en el corazón e intentaba no llorar, pero estaba consternada. Salí corriendo, tomé la única plata que tenía, y salí corriendo, mi hermana y su amiga iban detrás. Nuestros destinos cercanos eran de unas supuestas clínicas veterinarias por acá cerca. Fuimos a todas las que conocíamos, fuimos a pie y a toda velocidad. Como domingo, estaban cerradas, y a pesar de estar ubicadas en casas particulares, lo que puede hacer pensar que los dueños viven ahí, no abrieron las puertas. Seguimos las indicaciones de los vecinos, golpeamos muchas puertas, la amiga de mi hermana llamó a cuanto teléfono escribieron en las murallas de los recintos, pero no. Nadie respondió. Los teléfonos rugían con desesperación y los telefonistas brillaron por su ausencia.

No quise rendirme. Me devolví a la casa, le di agua cocida. Pensaba que quizá el suero le hizo mal, y por eso empeoró. No lo sé realmente, espero que no, porque en tal caso murió por mi culpa. No tragaba. No movía la boca más que para quejarse. No tomó un solo trago de agua. En un momento pude pasarle un poco de agua mediante masajes en su garganta y su estómago, y el líquido pasó casi directamente por su sistema, y lo orinó a los pocos segundo de beberlo.
Tenía una cara terrible. Movío sus extremidades en un momento, y sentí que estaba luchando por vivir. Pero inmediatamente después dejó de moverse del todo. completamente estático, y sin fuerzas ya, comenzó a latir cada vez más lento su corazón, y el mío mucho más rápido. Le di respiración boca a boca. Fue inútil.
Dejó de respirar. Su cuerpo, aun tibio, pero tieso, me avisaba que ya no pudo más. Yo tampoco pude más. Ahora sus restos se encuentran bajo tierra. Y mis restos sobre ella.
Al fin una lágrima.

3 comentarios:

  1. ¿hablas de uno de los gatitos que tenías? sabes qué? no creo que haya sido culpa tuya, la mayoria de las veces, cuando un gatito nace más pequeño que los demás, es porque es más débil y es muy probable que no tenga las fuerza suficientes para vivir. No necesariamente porque tenga una enfermedad o por el suero, en este caso, sino que es probable que su cuerpo no haya estado listo para nacer o que los otros gatitos al estar en la guatita lo aplastaban y por eso no se desarrolló bien. Es triste lo que pasó. A mí también me ha pasado, sobre todo con la Buvi que siempre tiene a los bebitos prematuros y después se mueren. Yo siempre sufro harto con eso y como que las imágenes se quedan grabadas y cuesta borrarlas. Lo único que consuela (y quizás sólo un poco) es saber que la naturaleza tenía pensado que sea así. Las gatas de hecho no pescan a los gatitos más débiles porque saben que se morirán. Yo no sé como lo saben, pero yo he tenido gatos grandes enfermos y los demás saben que se van a morir y como que se alejan de ellos (cruel pero cierto). Bueno, Sole, por lo menos hiciste todo lo que pudiste, aunque te repito, no creo que haya estado en tus manos la vida de ese gatito. No tenga penita porque yo sé (estoy segura) que los gatos tienen un paraíso donde hay mucha leche, galletitas y dueños donde ronronear.

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  2. me acordé del pájaro de la Camilita, ¿recuerdas? espiritrompa o algoo así, que yo le decía que no le diera carne y le dio.

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  3. Sí, era uno de los gatitos, de hecho el que yo elegí para mí, el gris, que se llamaba Azul.
    Ese día apenas dormí con la culpa y la pena, pero al día siguiente descubrí que no lo había matado...solo lamento no haber podido salvarlo. El otro está super bien, aunque creo que un poco gordo, pero cómo no si es igual a Garfield, pasa durmiendo y cuando despierta, corre a comer. También va al baño. Es rubio de ojos azules. En fin...me quiere. Me escala de hecho.
    Recuerdo.

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