martes, 28 de junio de 2011

Muerte de Amarillo

La muerte, asumo, no es una situación para la que estemos preparados.
Cuando se muere un ser querido, es quizá, uno de los procesos más complejos de enfrentar, y es un dolor muy difícil de explicar.
Como humana, me considero completamente tranquila con la muerte. Con la mía en estos momentos no tengo problemas. Con mis familiares, solo algunos me preocupan, y espero no tener que enfrentarla en tales casos.
Se murió mi segundo gato. No el segundo en la vida, sino el segundo que había decidido adoptar (esta última vez), y el que iba quedando. Murió cuando yo no estaba, de un ataque que quién sabe por qué le dio. Lo enterraron minutos antes de que yo llegara.
Es difícil superar esta muerte, pues de algún modo, este gato era mi única esperanza no-humana que me iba quedando, por la cual a veces se hacía más fácil levantarse por las mañanas.
Me cuesta escribir acerca del dolor que me provoca. Solo espero que esté bien en el cielo de los gatos.

viernes, 24 de junio de 2011

Cosas del momento

Con un cúmulo de sentimientos complejos, me encuentro en una casa que no es la mía con una persona que no es de mi familia y me siento mucho más tranquila y acompañada que de costumbre. Tengo un kilo de pena y no puedo llorar, aunque no estoy segura de lo malo que ello puede llegar a ser.
Con los ojos bien abiertos decido ver las noticias, porque no hay nada más que ver, y siento vergüenza ajena. Sin saber bien si apagar el televisor, o simplemente hacerme la sorda y la ciega, escucho desde lejos y no me sorprendo demasiado de lo que observo. Un hombre cincuentón atropella a un encapuchado que lo atacaba con piedras luego de haber hecho lo mismo con una micro del transantiago. Manifestaciones en contra de La Polar que quedan en nada. Comentarios acerca del caso Karadima con la evidente intención de no alarmar, de no herir, de no meterse mucho porque es tan delicado el tema, que es mejor hablar sin decir nada al respecto.

Bolivia encontró un nuevo motivo para odiarnos, y el mismo presidente Evo Morales se refirió a los militares con asco y vergüenza ajena. El presidente de Chile prefiere no hablar mucho porque como tenemos una demanda marítima en contra, es mejor no pelear.

domingo, 5 de junio de 2011

Ojos

No pretendo hablar de sus ojos, pero tampoco digo que no lo vaya a hacer. Acaso pudiere hacerle caso a ese que siempre me advierte pero que jamás tengo ganas de escuchar. Nada más le oigo para que no sienta la discriminación total.

Y es que son tus ojos. Tus ojos lisos, suaves, mojados, medio perdidos, oscuros pero transparentes. Son tus ojos los culpables de esos silencios necesarios, de miradas que atrapan el deseo y lo convierten en amor, y viceversa, como si no se pudiera vivir ambos.
Son esos ojos, benditos ojos que obligan a ser la mejor persona que podemos, a dar los más sinceros besos, y abrazos, a mirarte incluso cuando se cierran para no dejar en evidencia el agotamiento o el amor por la vida que tanto te caracteriza. Esa esperanza inagotable que tanto ocultas.

Son tus ojos. Son mis ojos. Somos nosotros los únicos culpables.